15/2/06

Casticismo, nacionalismo y vanguardia


Ernesto Giménez Caballero. Casticismo, nacionalismo y vanguardia (Antología, 1927-1935)
Selección y prólogo de José Carlos Mainer.
Obra fundamental. Fundación Santander Central Hispano. Madrid, 2005.


La fundación Santander Central Hispano viene recogiendo desde hace unos años en su colección Obra fundamental y en ediciones muy cuidadas, una serie de obras de autores hispánicos contemporáneos. Se trata en casi todos los casos de recuperar o redescubrir textos hoy inencontrables de escritores que sufren un olvido a veces injusto, que los relega a la sombra de la biblioteca especializada o a la rareza de la librería de lance.
Aquí han ido apareciendo la poesía y los ensayos de Gastón Baquero, la poesía y la prosa de Antonio Espina, una antología en dos volúmenes de los poetas del novecientos, una antología de la obra literaria de Ramón Gaya o la obra crítica de Díez Canedo.
Esa voluntad de recuperación y divulgación no se limita al ámbito de la edición tradicional, sino que busca un nuevo cauce de difusión en el cada vezmás frecuentado mundo de la digitalización y la edición en la red. En concreto, las obras de esta colección pueden leerse en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes a los pocos meses de su aparición en las librerías.

Renunciamos ahora a valorar si el olvido de Ernesto Giménez Caballero (Gecé, como firmaba sus artículos) es el producto lógico y aun deseable de la decantación del tiempo sobre la literatura y la memoria. Lo que no admite discusión es que se trata de una figura crucial para entender el sesgo característico de las vanguardias en España, a través de La Gaceta Literaria y de invenciones como los epiplasmas de Julepe de menta o Yo, inspector de alcantarillas.

Gecé fue un personaje contradictorio y poliédrico, reflejo de esa modernidad que Jean Clair definió como el fruto perverso del irracionalismo romántico, que acabó confundiendo vanguardia futurista y fascismo y mezclando en un magma indigerible tradición y novedad.
La antología de textos que se recogen en este volumen de título contradictorio se limitan al momento más creativo de su autor, el comprendido entre 1927 1935. La selección la ha realizado José Carlos Mainer, al que se debe también el excelente e inmisericorde prólogo que es seguramente lo más provechoso e interesante del libro.
Giménez Caballero o la inoportunidad se titula esa introducción, en la que se nos presenta a un escritor en el que conviven tendencias diversas y contradictorias: desde la inquietud espiritualista de Unamuno al histrionismo ultraísta de un Gómez de la Serna, pasando por el nacionalismo tradicionalista de Azorín o la voluntad de inmolación del grupo del 36.
Con esa mezcla explosiva se construye poco más que un petardo. Y a partir de ahí, provocador e iconoclasta, camisa azul delirante, a veces insolente y a veces servilón, Gecé es un superviviente de sí mismo.
Muerte y resurrección de los toros, Resurrección y muerte de las castañuelas, Cuadrangualción de Castilla o San José. Contribución para una simbología hispánica son los títulos de algunos de estos textos, que, tan chocantes y llamativos como su autor, brillan más en el título que por dentro.
A Gecé le deslumbraba el brillo de los títulos, y no solo de los títulos de los libros. Y es que el problema de Gecé, uno de ellos quiero decir, es que con demasiada frecuencia el ingenio y la chispa suplantan la consistencia del texto, la inexistente profundidad de la reflexión.
Agudeza y arte de ingenio en el que brilla, en su funda dorada, el colmillo retorcido del autor, que es unn buen prosista, el tío carnal de Umbral, que lo ha retratado con despego de familiar indispuesto en varias de sus novelas/nivolas, aunque sea para llamarlo, como en Leyenda del César visionario, "el Groucho Marx del nuevo Estado."

Santos Domínguez