6/4/06

Recuentos de Pereira



Antonio Pereira.
Clara, Elisa, La teta de doña Celina, Mujeres.
Alcancía Relatos. Plasencia, 2005.

Una página ya conocida -nos recuerda Antonio Pereira en la nota que pone al frente de este volumen- es nueva en cada relectura, en cada actualización, porque el lector nunca es el mismo. Avisado de esa manera, quien se acerca a esta nueva antología de relatos de Pereira se encuentra con una gavilla de cinco relatos unidos por su tema: un suave erotismo elusivo con un toque refinado en la realidad sugerida y escamoteada.

Y en contraste con esa unidad temática, una evidente variedad de técnicas narrativas, un continuo ejercicio de virtuosismo formal, de equilibrismo divertido y seguro en el filo de la navaja. Y Pereira que sonríe con el seguro aplomo de su maestría y no da ni un solo paso en falso y sale de cada cuento airoso y saludando, después de hacer vivir a los personajes en un diálogo que, sabiamente llevado, como en Clara y el romano, soporta el peso del relato.

Cuando se habla de Pereira es ineludible evocar la oralidad de filandón estilizado que es el humus de sus relatos, en los que sabe armonizar con refinado oficio lo mejor de la tradición y de las aportaciones del relato contemporáneo.

Así es que estamos otra vez de enhorabuena. Otra vez tenemos un motivo para releer, para leer, a Antonio Pereira, del que decía Manuel Talens:
Si en el mundo hubiera eso que llamamos justicia, si Dios (¿pero existe?) fuera en verdad misericordioso, hace años que Antonio Pereira estaría públicamente considerado como el contador de historias más grande que ha dado este país en el último cuarto de siglo.

Y terminaba aquel artículo con una recomendación a la que, naturalmente, me sumo:

Lean a Antonio Pereira. Les cambiará la vida.
Santos Domínguez