4/6/06

La suela de mis zapatos



Gonzalo Suárez. La suela de mis zapatos.

Seix Barral. Barcelona, 2006.

“El periodismo es una tribu compuesta de un solo indio”, señala Eduardo Mendoza al comienzo del magnífico prólogo que ha escrito para la edición en Seix Barral de La suela de mis zapatos, la recopilación de los artículos que Gonzalo Suárez firmó con seudónimo y fue publicando a principios de la década de los sesenta en Dicen, La gaceta ilustrada y El noticiero universal.

Martín Girard era el personaje que firmaba unos textos periodísticos que son, cuarenta años después, una brillante evocación de aquellos años sesenta.
Pasos y andanzas de Martín Girard se subtitula esta selección representativa de artículos, crónicas y reportajes, una muestra significativa e iluminada por los comentarios que hace su autor desde la perspectiva del presente.
Porque La suela de mis zapatos es una recuperación de textos pero sobre todo una reconstrucción de contextos y ambientes: los de la España de comienzos del desarrollismo, de los primeros años sesenta.

Circunstancias azarosas, como que Helenio Herrera fuese el segundo marido de su madre, colocaron a Gonzalo Suárez en una posición privilegiada para acceder a ambientes futbolísticos que reflejan algunos de los perfiles definitorios de aquella España. Eso provoca peripecias hilarantes como la de ver a Martín Girard convertido en buscador de padres para un oriundo nacido en Cabo Verde.

Precedidas de unas líneas explicativas del propio Gonzalo Suárez en las que fija esos textos en el contexto de aquellos años, por estas páginas pasean personajes como Fred Galiana o Helenio Herrera, Buñuel o Dalí.

Más allá de la mera recopilación de textos que justificaría por sí misma esta edición, el libro tiene un sentido unitario: es una reflexión sobre el pasado, sobre la fama, sobre la vanidad y la vida, sobre personajes que se creían Alejandro Magno o Gengis Khan y a los que el tiempo ha ido haciendo desaparecer en el olvido.
Ganadores y perdedores que el tiempo ha igualado: desde el futbolista famoso al loco de tercera del manicomio de Leganés, desde el pirómano que arruinó la carrera periodística de Martín Girard hasta Fred Galiana.
Diez años antes de que Tom Wolfe hablase de nuevo periodismo, Martín Girard (Gonzalo Suárez) lo practicaba con estos merodeos. Merodeos de infiltrado que nos ofrece en estas crónicas sus ejercicios de estilo narrativo y una infrecuente soltura en el uso de los diálogos.

Por entonces Gonzalo Suárez, escindido entre la literatura y el periodismo, trama una de sus novelas más ambiciosas y complejas, Rocabruno bate a Ditirambo (1966), que tiene como base el reto literario entre un periodista y un narrador. Esa novela fue mucho después una película, Epílogo, que dirigió él mismo.

Sobre Gonzalo Suárez, escritor y cineasta polifacético, escribió Julio Cortázar:
"Para alguien que aprecie los juegos sigilosos de una inteligencia irónica, y la marginalidad deliberada allí donde la gran mayoría trabaja a full time, la obra resbaladiza y casi inasible de Suárez dibuja en el panorama español contemporáneo algo análogo a lo que pudo dibujar en Francia la obra de Boris Vian."

Santos Domínguez