20/9/06

Dos inéditos de Fernando Quiñones


Fernando Quiñones.
Los ojos del tiempo
. Culpable o El ala de la sombra.
Alianza Editorial. Madrid, 2006.

Alianza Editorial acaba de publicar Los ojos del tiempo y Culpable o El ala de la sombra, dos novelas cortas que Fernando Quiñones había empezado a escribir a principios de los noventa y en las que estaba trabajando cuando murió en noviembre de 1998. Esa circunstancia les ha dado a estas dos obras un carácter casi de testamento estético.

Ha sido la profesora Nieves Vázquez la que ha realizado el minucioso trabajo de ordenación de los borradores acabados y profusamente anotados que dejó Fernando Quiñones en su mesa de trabajo y quien ha escrito una introducción (La escritura desatada de Fernando Quiñones) expresamente para esta edición. En ella recuerda que, cuando murió Hemingway, tenía en su mesilla de noche un ejemplar de La gran temporada, seguramente el mejor conjunto de relatos de tema taurino que se haya escrito.

Fernando Quiñones fue un escritor de una pieza, fecundo y con altibajos, pero con una calidad narrativa y poética que no está suficientemente reconocida. Al día siguiente de su muerte, Carmen Martín Gaite publicaba un artículo en el Diario de Cádiz reclamando ese reconocimiento que sin duda merecía y que no siempre tuvo.

Estas dos obras que edita ahora Alianza Literaria son dos novelas cortas y crepusculares, una muy gaditana, muy caletera (Los ojos del tiempo) y la otra, Culpable o El ala de la sombra, que es la historia de una obsesión.

En Los ojos del tiempo, para la que barajaba otros títulos posibles, como Sonaban por la Alameda, Fernando Quiñones retoma el esquema narrativo de Legionaria y Las mil noches de Hortensia Romero, el modelo de la grabación magnetofónica, ahora con Nono, un pescador de La Caleta, un gaditano del barrio de La Viña, la voz narrativa a través de la que se recorren los siglos de la ciudad en su Campo del Sur, en los callejones y entre los castillos de San Sebastián y Santa Catalina. Una nueva demostración de su oído privilegiado para reproducir el habla de la calle, porque Fernando Quiñones fue también un poeta en la calle, y una insistencia en temas que vienen de La canción del pirata, otra de sus novelas emblemáticas.

Culpable o El ala de la sombra eran los dos títulos posible que manejaba su autor para la segunda de las novelas que contiene este volumen: Un monólogo interior que es la mejor manera de hablar sobre la obsesión y el peso de la culpa en Damián Oguiza, quien, como la sombra que proyecta el ala del avión, parece llevar la muerte ("Mi llegada es su muerte.") a los lugares a donde llega.

Dos textos muy distintos unidos por la fecha de composición, porque por su carácter póstumo no están rematadas del todo y por el tema del tiempo y de la muerte que las sobrevuela, como la sombra del ala de ese avión siniestro.


Santos Domínguez