26/9/06

Tirando del hilo



Carmen Martín Gaite
Tirando del hilo. Artículos 1949-2000
Libros del Tiempo.
Siruela. Barcelona, 2006


La editorial Siruela ha publicado Tirando del hilo, una generosa recopilación de artículos escritos entre mayo de 1949 y marzo de 2000 por Carmen Martín Gaite.

Muy esporádicos hasta 1976, el ritmo se incrementa cuando empieza a publicar una reseña a la semana en Diario 16 hasta 1980, y decrece a partir de 1983. Curiosamente, el periodo más fructífero de Carmen Martín Gaite como articulista coincide con el de su mayor actividad literaria.

La edición que ha preparado José Teruel recoge casi 200 artículos que no habían sido recogidos en libro hasta ahora. Una labor indispensable para un género disperso y volandero por definición, que establece una relación iluminadora con el resto de la producción narrativa y ensayística de la autora.

De fijar ese tipo de conexiones se ha ocupado meticulosamente José Teruel, que ha preparado para esta edición una serie de notas que inciden precisamente en esa relación latente o patente con los libros de Carmen Martín Gaite.

Escritos con la altura literaria que se podía esperar de una prosista tan cuidadosa como ella, proyectan su mirada inteligente y creadora sobre dos centros de interés complementarios: la literatura y la realidad.

Leer y mirar es lo que hizo Carmen Martín Gaite a lo largo de su vida. Libros y días se van sucediendo en estas páginas que hablan de otras páginas leídas o vividas, con la misma lucidez en la mirada que en la lectura, con una atención constante al principio de realidad que aporta su materia fundamental al artículo y a la novela.

Ordenados según una propuesta cronológica, estos textos dispersos y ocasionales permiten hacer un seguimiento de las precocupaciones e intereses de su autora, de su evolución y de algo muy importante: la conexión entre lo que leía en un momento determinado y la obra narrativa y ensayística que estaba elaborando simultáneamente.

Contigüidades o anticipaciones, algunos de estos textos figuran sin duda entre los mejores que escribió Carmen Martín Gaite: reseñas de novedades, reflexiones sobre la realidad, nombres propios en semblanzas y homenajes a los amigos, la lectura y la mirada se conjuntan en una tarea menor pero exigente y que siempre afrontó con rigor intelectual y estilístico.

Críticas ejemplares, nada complacientes, algunas demoledoras, generosas en el elogio y en la descalificación. Críticas hechas sin distancia, con el calor del lector cabal que cuando habla de lo que lee anima a la lectura y no hace sinopsis. Todo un concepto de la tarea estética y moral de la crítica y de su práctica.

Andan, hermanados y sucesivos por estas páginas, Henry James e Italo Calvino, Juan Benet y Agustín García Calvo, Nabokov y Virginia Woolf, Onetti y Baudelaire. Unos, como Fernando Quiñones, para que les manifieste su indisimulada admiración. Otros para cantarles las cuarenta. Algunos todavía se tapan la calva, como bajo el pedrisco, y maldicen cuando oyen el nombre de Carmen Martín Gaite.

Pocas críticas tan demoledoras ha leído uno en su vida como la que le dedica a Sánchez Dragó a propósito del Gárgoris y Habidis. Una reseña como para acabar con la carrera literaria de cualquiera. Para que el lector se haga idea, Martín Gaite habla de los onanismos sin eyaculación de los que debía de ser hijo ese libro.

O de la perorata abstrusa e inútil de una novela de Javier Tomeo.

Así se las gastaba aquella señora admirable del pelo blanco y los calcetines de rayas.


Santos Domínguez