10/6/07

Campos de concentración



Bartolí.
Molins i Fábrega.
Campos de concentración.
ACVF Ilustración. Madrid, 2007.


Con textos de una enorme intensidad de Molins i Fábrega y unos dibujos de expresividad descarnada de Bartolí, ACVF publica Campos de concentración, la segunda entrega de su serie ilustrada.

Tanto desde el punto de vista literario como en una vertiente plástica, este libro es un acta de la realidad de los campos de concentración y una denuncia del fascismo del que fueron víctimas quienes tuvieron que huir de la España franquista en 1939 para caer en la Francia colaboracionista que los confinó en campos de concentración en condiciones denigrantes.

No era aquella la Francia a la que les conducía la derrota en aquellos meses de febrero y marzo de 1939. Cientos de miles de españoles de toda edad y condición cruzaron la frontera francesa con la esperanza de una vida nueva en libertad.

Allí la infamia les negaría su dignidad y los sometería al hambre, al frío y a otras vejaciones.

Bartolí (Barcelona, 1910-Nueva York, 1995), fue sindicalista y dibujante en la prensa de la agitada Barcelona de la época. En febrero de 1939 atravesó la frontera con Francia y durante dos años pasó por siete campos de concentración, el último de ellos el de Bram, de donde se evadió. Fue detenido por la Gestapo y enviado al campo de exterminio de Dachau, pero huyó saltando del tren y, tras un largo periplo, llegó a México, donde retomó su actividad pictórica, entró en contacto con el entorno de Diego Rivera y Frida Kahlo, para trasladarse a Estados Unidos, hizo decorados para películas históricas en Hollywood y formó parte del grupo 10th Street, junto con Willem de Kooning, Kline, Pollock y Rothko. En 1973 recibió el premio Mark Rothko de Artes Plásticas.

Molins i Fábrega (Gerona, 1910-México, 1964), obrero desde la infancia, se trasladó a Barcelona en la adolescencia, fue autodidacta y lector incansable, y se implicó tempranamente en el movimiento obrero y en las luchas sociales y políticas de Cataluña. Trabajó como periodista y militó en diversas organizaciones de izquierdas hasta llegar a formar parte del comité ejecutivo del POUM. Periodista prolífico en los años de la Segunda República, se exilió al término de la guerra civil en Francia, donde fue hecho prisionero y destinado a un campo de trabajo en el norte de África. En 1940, halló asilo en México, en donde falleció.

Ambos sincronizaron su esfuerzo, su talento y su dolor para responder a los agravios y las humillaciones de los campos de concentración.

Y para dejar testimonio y denuncia conjuntos:

EL HURACÁN Y LA MUERTE se llevaron a muchos de tus compañeros. Tú yaces sepultado en el olvido. (...) Otros se fueron; tú quedaste. Sólo unos humildes, que como tú sufrieron, que saben de no ser en vida, se acuerdan de ti. Por ser humildes, saben da con largueza, pues son ricos de corazón. Ellos y tú, en un día no lejano, coronados con los espinos de tu cementerio, marcharé! radiantes hacia el triunfo.

Luis E. Aldave