3/10/07

El ángel caído


José Jiménez.
El ángel caído.
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.
Barcelona, 2007.

Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores reedita El ángel caído, de José Jiménez, que utiliza como tema de portada una de las sobrecogedoras imágenes que publicó el fotógrafo Richard Drew el 12 de septiembre de 2001 en el New York Times.

Es un ensayo que trata el tema del ángel caído en la literatura y el arte contemporáneos. De Alberti a Paul Klee, de Rilke a Chagall, esa es una metáfora repetida de la condición humana en la modernidad, que José Jiménez aborda como un intento de expresar el pensamiento en imágenes y como una aproximación del estilo filosófico a la lengua poética.

Porque toda angeología es finalmente una antropología, una interpretación simbólica del hombre, en el prólogo de 2007 que presenta el libro a la luz de los hechos ocurridos en los veinticinco años que han pasado desde la primera edición de este libro en 1982, José Jiménez resume el sentido de esta obra:

Hoy más que nunca, el ángel caído es la imagen que mejor expresa nuestra condición: pudiendo volar tan alto, caemos una vez y otra sin fin. Sufrientes, cayendo como agua de roca en roca a lo desconocido.

El albertiano Sobre los ángeles es una de las más acabadas expresiones de ese tema del ángel caído del paraíso y expulsado de la luz a las tinieblas, un tema que tiene antecedentes conocidos en la tradición popular y encuentra en la literatura culta, sobre todo en Bécquer y en Juan Ramón, sus referentes más directos, y en Larrea, Lorca o Cernuda sus manifestaciones coetáneas.

El tratamiento iconográfico de lo angélico en la pintura, de Murillo a Max Ernst, en la poesía del medio siglo con Blas de Otero o Valente, o en el cine de Buñuel y Visconti, son algunos de los focos de atención de este estudio que presenta al hombre moderno en busca de sí mismo y de su imagen en Kafka, Rimbaud, Rilke y sus ángeles terribles o Apollinaire y sus futuristas ángeles-aeroplanos.

Ángeles mensajeros, intérpretes o mediadores, exterminadores o custodios, y finalmente ángel de tinieblas, Satán caído que es objeto de un análisis antropológico en el que José Jiménez explora su sentido simbólico de la condición humana, ese ángel simbólico en el que nos reflejamos.

El ángel caído se cierra con una aguda reflexión sobre las imágenes verbales o visuales como formas de conocimiento y de identidad. Más allá de esas imágenes -la lección es de Rilke- no hay nada.

Santos Domínguez