25/2/09

Poe. Cuentos completos. Edición comentada


Edgar Allan Poe.
Cuentos completos.
Edición comentada.
Traducción y prólogo de Julio Cortázar.
Prefacios de Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.
Edición de Fernando Iwasaki y Jorge Volpi.
Páginas de Espuma. Madrid, 2009.


Llega a su segunda edición la espléndida contribución de Páginas de Espuma al bicentenario de Poe. Coordinado por Fernando Iwasaki y Jorge Volpi, el volumen va introducido por el prólogo de Julio Cortázar sobre la vida del autor y por dos prefacios: la Presentación de Carlos Fuentes sobre el Edgar Allan Poe real y el Edgarpó que inventó Baudelaire y la nota de Mario Vargas Llosa sobre Poe y Cortázar.

La particularidad de esta edición consiste en que cada uno de los sesenta y siete cuentos de Poe se completa con el comentario previo de un narrador de lengua castellana. Santiago Roncagliolo, Ignacio Padilla, Berta Marsé, Hipólito G. Navarro, Ricardo Menéndez Salmón, Pablo Andrés Escapa o Andrés Neuman son algunos de los miembros de esa genealogía de sesenta y siete narradores-comentaristas nacidos después de 1960, porque -como escriben Iwasaki y Volpi- todos somos descendientes literarios de Poe, pues gracias a Poe existieron Chesterton y Baudelaire, Conan Doyle y Maupassant, Lovecraft y Saki, Cheever y Borges, y así hasta Julio Cortázar, ancestro de los cuentistas que nacimos a partir de 1960.

Se funden, pues, al amparo de esa trinidad de grandes escritores latinoamericanos, Poe & cía, como explican los editores: la raíz, el tronco, las ramas y los frutos del árbol de la narrativa contemporánea, que nace en ese territorio fértil que se llama Edgar Allan Poe, sin el cual –como destacó Borges- no se puede concebir la literatura actual.

Escribió decisivamente poesía y relatos y como crítico elaboró una filosofía de la composición, una teoría del cuento y del efecto único en la poesía y el relato sobre la base de la intensidad y la brevedad. Abordó en sus textos temas científicos y horrores variados, el misterio policial y la aventura y en más de una ocasión practicó la parodia de los viejos modelos narrativos. Revitalizó la narración de terror en La caída de la casa Usher y la de aventuras en El escarabajo de oro, fundó el relato policiaco con La carta robada y Los crímenes de la rue Morgue y fue el primero que hizo que el horror se independizara de la escenografía y que la sensación de terror surgiera en el interior del personaje y se transfiriera luego al lector.

Escribió cuentos alimenticios para salir del paso y obras maestras imprescindibles. Replanteó la creación literaria desde la premeditación y su capacidad para la creación de atmósferas y para bucear en los mecanismos mentales que generan el efecto del terror.

De él, que quiso ser el primer narrador profesional de Norteamérica, arranca una nueva manera de entender el cuento; sus cuentos fundan las modalidades narrativas detectivescas, fantásticas, de ciencia ficción o de terror; profeta del simbolismo, renovó las formas de relación del narrador con el lector, de plantear el ambiente o el trazado psicológico del personaje.

Pero Poe es, sobre todo, literatura en estado puro, una invitación al placer de la lectura. No hacen falta excusas para leerlo o releerlo, y menos aún si la invitación es tan irresistible como la de esta edición -imprescindible ya- de Páginas de Espuma.

Santos Domínguez