6/11/09

Pájaro relojero


Pájaro relojero.
Poetas centroamericanos.

Selección y prólogo de Mario Campaña.
Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores
Barcelona, 2009.


Desde hace más de un siglo, desde Rubén Darío – paisano inevitable, lo llamaba Coronel Urtecho en una oda dedicada al nicaragüense- hasta la actualidad, una región con una historia tan agitada como Centroamérica ha aportado algunos de los nombres más interesantes y renovadores de la poesía en español.

De esos países pequeños como Nicaragua, Guatemala o El Salvador han salido algunos de los grandes nombres de la literatura del siglo XX. No sólo narradores como Asturias o Monterroso. Bastaría mencionar a poetas como Carlos Martínez Rivas, José Coronel Urtecho, Ernesto Cardenal o Roque Dalton para comprender la importancia de la antología de Poetas centroamericanos que ha preparado Mario Campaña para Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.

Se titula Pájaro relojero y recoge en casi mil páginas una selección amplia y significativa de trece poetas centroamericanos: Salomón de la Selva, Luis Cardoza y Aragón, José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Joaquín Pasos, Otto-Raúl González, Ernesto Mejía Sánchez, Carlos Martínez Rivas, Claribel Alegría, Ernesto Cardenal, Roque Dalton, Alfonso Kijadurías e Isabel de los Ángeles Ruano.

Varios de ellos murieron en el exilio mexicano y sus versos fueron difundidos desde allí. Otros apenas son conocidos fuera de sus fronteras. Pero todos los antologados, cada cual con su mundo poético propio y su voz personal, son poetas marcados por el signo de la renovación y la libertad, dos de las señas de identidad de la poesía centroamericana que destaca Mario Campaña en el estudio introductorio.

Conviven en este libro la vanguardia superrealista de Cardoza y Aragón y la actualidad de Salomón de la Selva, autor de El soldado desconocido, cuya apariencia actual -escribe Campaña- es la de un libro de mañana.

Uno de los ejes de esta completa antología es el magisterio renovador de los nicaragüenses José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra y Joaquín Pasos, que influyeron de manera decisiva en la fecunda generación siguiente, la de Mejía Sánchez, Carlos Martínez Rivas y Ernesto Cardenal.

La fusión de lo lírico y lo político, de lo poético y lo prosaico alcanza su punto más alto en Otto-Raúl González, en Roque Dalton y su ironía crítica y combativa, o en la audacia y la hondura del salvadoreño Alfonso Kijadurías -un poeta deslumbrante, una auténtica revelación para quienes no lo conozcan- en el que se resume la esencia de esta poesía centroamericana en la que conviven la ambición verbal y el ímpetu visionario, la potencia imaginativa y la voluntad de denuncia.

Un mismo referente geopolítico, pues, para una asombrosa variedad de voces, temas y estilo que encuentran su tono femenino en Claribel Alegría o en la desconcertante y desgarrada Isabel de los Ángeles Ruano.

Entre el superrealismo y el coloquialismo, entre la ironía y el combate, el amor y la muerte, este Pájaro relojero trae una muestra de la riqueza poética de Centroamérica con unos nombres imprescindibles -podrían haber sido más- para entender la capacidad creativa de la literatura de ese territorio.

Una muestra: el comienzo de La noche, el espléndido poema de Roque Dalton. Pertenece al que quizá sea su libro más ambicioso, El turno del ofendido, y acaba de reeditarlo en España Baile del sol:

Pausadamente caes con tu densa pureza
como el aroma de la miel en los ojos del loco.

Santos Domínguez