1/10/13

Las extensiones interiores del espacio exterior


Joseph Campbell.
Las extensiones interiores 
del espacio exterior.
Traducción de Roberto Bravo. 
Atalanta. Imaginatio Vera. Vilaür, 2013.

Desde el punto de vista de cualquier ortodoxia, el mito sería simplemente definido como “la religión de otro pueblo”, pero, recíprocamente, una correspondiente definición de religión sería la de una “mitología mal entendida”, cuyo error consiste en interpretar las metáforas del mito como hechos reales.

Con esa declaración de principios comienza La metáfora como mito y como religión, el ensayo central de un volumen que recoge una serie de conferencias de mitología comparada que pronunció Joseph Campbell entre 1981 y 1984.

La edición original en inglés (The Inner Reaches of Outer Space: Myth as Metaphor and as Religion) se publicó en 1986, un año antes de la muerte de Campbell, del que Atalanta también publicó recientemente su obra capital, Imagen del mito

De alguna manera esa circunstancia hace de estos casi póstumos su testamento, su análisis definitivo del mito como expresión simbólica de una cultura y una sociedad, de su concepción del mundo, sus deseos y sus miedos.

En esa perspectiva, el mito brota del mismo fondo psíquico que alimenta los sueños, que representan en la mente individual la expresión metafórica de las mismas pulsiones que el mito representa en el plano colectivo.

Esa es la idea nuclear de estos ensayos de Campbell, que analiza en ellos el problema que plantea el que las imágenes mitológicas se interpreten al pie de la letra, como hechos de los que se hace una lectura denotativa que desvirtúa su esencia connotativa. De esas interpretaciones literales de la metáfora surgen las castas sacerdotales, los imanes y los fanatismos cristianos, islámicos o judíos.

Y una vez fijado ese postulado, Campbell hace en estas páginas un espléndido análisis iconográfico de metáforas como la del loto oriental, la luna en La Gran crucifixión de Durero, la serpiente en el yoga o los portadores del rayo en los templos budistas. 

Y más allá de la iconografía, Campbell bucea en la literatura y la filosofía -de Dante al Joyce del Retrato del artista adolescente, de los Eddas islandeses a Kant y de los evangelios gnósticos a Las Metamorfosis de Ovidio– para que el lector compruebe cómo se repiten en todas las culturas los mismos motivos míticos, esos arquetipos del inconsciente que estudió Jung y que Campbell recorre con lucidez y profundidad para interpretar las manifestaciones artísticas de las imágenes y el vocabulario metafórico que está en el origen de las construcciones mitológicas.

Santos Domínguez