4/1/17

Galdós en sus textos


Francisco Estévez.
Galdós en sus textos.
Anejos Siglo diecinueve. 
Valladolid, 2016.

“Su obra continúa presente con firmeza en el horizonte literario, poco la transpone al pasado pues se inclina de lleno al futuro hacia donde mira sin impedimento. Es con mucho un clásico sin desdoro, el segundo de mayor altura sólo tras Miguel de Cervantes”, escribe Francisco Estévez a propósito de Galdós en el prefacio de Galdós en sus textos, un volumen que reúne diversos asedios críticos al autor, a su pensamiento y a su obra.

A cada uno de esos objetivos se dedican las tres partes de esta monografía, ejemplar en su integración de perspectivas que permiten repasar el camino intelectual y la conciencia artística del novelista, su voluntad creativa para novelar la historia y la sociedad en un camino que va del pensamiento a la literatura, de la ideología al personaje, del reflejo de la vida en la ciudad a la necesidad de elaborar artísticamente un lenguaje eficaz para la narración y los diálogos.

Ese es seguramente el mayor mérito de estos estudios: su capacidad para dar una visión global de las ideas de Galdós sobre la novela, de su integración de teoría y práctica en medio siglo de creación, de los contextos ideológicos y literarios, éticos y estéticos sobre los que se sustenta una literatura que -explica Francisco Estévez- “incita tanto como inquieta, pues descubrimos en ella un fértil y continuo diálogo con la sociedad de su tiempo.” 

La historia novelada en los Episodios Nacionales, la técnica novelesca de Tristana, los contextos sociales de los que surge la serie de Torquemada como símbolo de la evolución de la burguesía española o la importancia de la economía en la difícil relación entre moral y dinero en Misericordia son algunos de los aspectos que abordan los distintos capítulos de este libro.

Un análisis retrospectivo y prospectivo que pretende completar con una mirada integradora las abundantes lecturas de la novela galdosiana, obra de un autor consciente de su técnica, en la que aunó la exigencia ética y estética para huir de lo acomodaticio y someter su obra a una evolución constante.

Porque, como señala Francisco Estévez, “el deseo de penetrar, investigar y razonar la esencia de la sociedad española de su tiempo fundamenta su creación con un programa de trabajo exigente.” 

Santos Domínguez